Esta selección incluye dieciséis anécdotas de las que le ocurren a cualquier viajero. Cuando iba a Siria; Camerún y Uganda y el fútbol; Abu Dhabi y el caché; homonimos y hasta historias de fé, entre otras cortas y simpáticas vivencias.
Algunas se quedaron
en el tintero: El ‘Duty free de Paramaribo’ que es (era) una plaza de mercado, la
gente abordaba hacia Ámsterdam con toda clase de cosas de esas de
llevar en canasto; Alguna vez en Bogotá un avión quedó atravesado en la pista y
estábamos abordo, el capitán dice en inglés y en su idioma ‘hay que esperar 3
horas’ y en español ‘hay que esperar otro rato’; Yo tengo un permiso de
residencia no muy común y siempre preguntan y dudan; una vez en Madrid iba de
prisa y toca esperar al supervisor, este feliz se lo enseña a todos los
oficiales, casi pierdo el vuelo; No falta encontrarse con algún famoso como Juan
Luis Guerra y Franco de Vita.
Los invito a
viajar en diferentes vuelos y por algunos aeropuertos, abróchense los
cinturones para un vuelo por las cosas simpáticas que dejan los viajes.
